Parece que los vampiros nunca se cansan de buscar su amor aunque sea platónico. Y es algo que se repite en estos seres no muertos. Seres que si sienten y aman. Vampiros sin moral ni ética pero con su corazoncito (?) enamorado.
Dennis Gansel nos hace otro retrato de otro colectivo. En este caso de
estas vampiras feministas. Conocido en España por sus anteriores
trabajos que también describen mundos bastante terrorificos como la
violencia y el nazismo como "La ola" (2008) y "Napola, escuela de élite
nazi"(2004).
En este caso son tres vampiras que viven y disfrutan de su inmortalidad como quieren hasta que se cruza por su camino Lena (Karoline Herfurth) bastante parecida al principio a la delincuente cibernética Lisbeth Salander. El problema es que la reina de las vampiras Louise (Nina Hoss) cae perdidamente enamorada de ella.
El universo de los vampiros es casi siempre igual aunque el canón de sus poderes siempre varía o cambia un poco según la mirada o la historia. Ultimamente se ve a dos clases de vampiros el vampiro involucrado para con la sociedad y su alter ego que piensa totalmente lo contrario (odia a los humanos). Se puede observar bastante con las nuevas series americanas que han puesto de moda de nuevo al vampirismo como son "True blood" (2008) y "Crónicas vampíricas" (2009), en estas series aparece las mismas cosas que nos quiere describer Gansel y persiguen sus vampiras. Olvidémonos de la saga amanecer que está más cerca de la licantropia o de "El árbol de la vida" (2011).
Por desgracia se aleja de esa realismo que aparecía en "Déjame entrar" (2008), y que por ello la ensalzó como una de las mejores películas sobre vampiros (del siglo XXI) ya que describe como son y como se tendrían que comportar estos seres olvidando ese romanticismo que a veces resulta un poco ñoño y estúpido.
Gansel nos regala una historia de vampiras (no hay vampiros), unas vampiras modernas y emancipadas y con ganas de pasarlo bien pero que en el fondo ya están hartas de su inmortalidad y de sus recuerdos. No olvidar y no poder enamorarse es una putada cuando las demás personas que están en tu vida van desapareciendo y tú sigues exactamente igual.
Con el telón de fondo de Berlin como en la genial "Hanna" (2011). Louise (Drácula) persigue a Lena (Mina) hasta convertirla en un nuevo ser. El patito feo Lisbeth se convierte en cisne Mina. Pero no todo van a ser facilidades para este cuarteto de vampiras. El amor, el pasado y los recuerdos se cruzan ante ellas.
La atracción algunas veces aparece cuando sientes que algo es muy
díficil o extraño. En este caso la atracción surge entre una
vampira/ladroncilla (Karoline Herfurth) y un policia (Max Riemelt).
Una historia sobre los miedos de los vampiros. Estas vampiras que no se reflejan en los cristales y que la luz las destroza. No son vampiros americanos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario