A Audiard le encanta establecer unas reglas. Unas reglas del juego duras aunque de juego tiene más bien poco. Describe los momentos más duros de la vida como tal ocurrió en "Un profeta" (2009), dónde nos presenta y cuenta lo que le ocurre a Malik un chaval de 19 años entrando en una cárcel.
"De óxido y hueso" es totalmente diferente a "Un profeta" en cuanto a género pero tiene en común el destino. El destino de los personajes. Y que al fin y al cabo son fábulas del siglo XXI.
En "De óxido y hueso" Stephanie y Alain se encuentran casualmente y desde ese encuentro sus vidas iran unidas de la mano. Una historia que habla de hueso y la otra que habla del óxido.
Dos historias que se entrecruzan y que nos habla de diversos problemas sociales. Desde la ya famosa "crisis" que se ceba en todos los países y donde la gente se inventa negocios o cruzan la línea de la legalidad para sacar su trozo de pastel. La inmigración o la educación son otros temas que Audiard toca.
Aunque el tema principal es la soledad y la falta de sentimientos. Deben de aprender a estar solos y sentir. Sentir algunas veces no es nada fácil en la vida.
Audiard con la ayuda de Bidegain construye unos personajes increíbles. Te llegas a meter en sus problemas y te caen bien esos personajes aunque hagan cosas que nunca haríamos.
Ayudado por una realización exquisita. Rueda de una manera muy real y social como Guédiguian. No introduce colorantes para ensalzar su sabor. Con unas cuantas secuencias increíbles como la llegada a la playa o el reencuentro con una orca Audiard nos está describiendo la importancia que tienen las cosas que hacías diariamente y que de repente te las quitan de las manos o de tu vida. Es como revivir de nuevo. Una segunda oportunidad.
Cuando las piezas están colocadas en el tablero y las piezas se reencuentran de nuevo es cuando la historia sigue otro camino. Un camino que quizás no esperábamos. Salen a relucir los miedos y los sentimientos. Cuando tienes a dos actores que con un simple movimiento o una mirada te está describiendo una situación todo es mucho más fácil. Cotillard y Schoenaerts literalmente se "comen" la pantalla, destrozan todos los mitos que tenemos de la actuación. Cotillard llega a estar sublime.
Y lo bueno de Audiard son los mensajes y lo que te quiere decir. Y con esta frase lo describe todo de un plumazo.
"En cada mano hay 27 huesos diferentes. Si te rompes un brazo o una pierna, el hueso crece de nuevo debido a la calcificación. Tu brazo o tu pierna por lo tanto, pueden llegar a ser aun más fuertes.
Pero una fractura en la mano nunca soldará del todo bién. En cada batalla y en cada golpe vas a pensar en ella. Debes de tener cuidado, porque de vez en cuando el dolor regresará. Son como pinchazos de agujas, parecidos a astillas de vidrio”.
Solamente queda disfrutarla y sufrir un poco.