Ya hace veinte años que Tarantino apareció e irrumpió en nuestras vidas y en nuestro cine. Tarantino nos hizo creer de nuevo en el cine de género. Experto en reactivar géneros, carreras cinematográficas y usar de una manera divertida e inteligente todas las referencias que conoce y que no son pocas.
Tras reiventar el género bélico con "Malditos bastardos" (2009) y de paso cambiar la historia de la segunda guerra mundial.
Con "Django desencadenado" Tarantino reinventa el spaghetti western y encima le da la vuelta a la historia de Django (Jamie Foxx) convirtiéndolo en un héroe de la esclavitud.
Django es un homenaje al spaghetti y a la propia "Django" (1966) de Sergio Corbucci. Nada más empezar la pelicula nos planta los títulos de crédito y la música de la original con la excepcional música de Luis Bacalov.
Tarantino nos regala una película autoparódica, excesiva (queriendo) y divertida. Nos cuenta la historia de Django, un esclavo que se convierte en cazarrecompensas con la ayuda del doctor King Schultz (gran Christoph Waltz). Estos dos personajes se mueven, uno por la venganza (Django) y el otro por la amistad que surge entre ellos y el gran odio que tiene el Doctor King a los esclavistas.
La historia se mueve por la venganza y la amistad. Venganza cercana al cine asiático (Kill Bill) por la manera de tratarla. Y la amistad tipo road movie. Amistad que aparece en otras películas Tarantinianas sobre todo "Kill Bill". Esta película esta cercana a aquella historia.
Pero centrándonos en "Django desencadenado". Además de ser un homenaje al spaghetti (ya era hora). Tiene un humor menos sutil que en otras ocasiones. Un humor cercano al de los Monty Python o la comedia americana más loca. Con una galeria de situaciones y personajes que rallan el surrealismo. Puede que el guión de Tarantino no sea lo mejor de la película, dejándonos a veces a cuadros con situaciones un poco extrañas y fuera de lugar. Pero creo que es lo que Tarantino quiere hacernos pensar o que creamos. Y una fuerza visual a veces que te deja enganchado a la pantalla con detalles poco sútiles como los zooms o con el uso genial de la música. Ya sea la de Luis Bacalov o la de Morricone. O la que interpreta James Brown "Unchained" o el otro claro homenaje al spaghetti con la música de "Le llamaban Trinidad" cerrando la película.
Además de ser una película violenta y que recrea la violencia pop ya vista en "Kill Bill" (2003) o "Death proof" (2007) por el uso de la sangre. En "Django" el uso de la sangre no es tan gore como pop. Solamente ver la secuencia en la mansión en Candi Land donde la mansión termina pintada de rojo y llena de cadáveres.
También una historia crítica con el esclavismo negro y con el racismo. Con personajes como Calvin Candie (genial Leonardo DiCaprio) o el malvado Stephen (Samuel L.Jackson).
Otra cosa que es increible y que no puede faltar en las películas de Tarantino son las situaciones en las mesas. En esta ocasión no podía faltar y encima se le añade un cráneo, un cráneo familiar. Un discurso racista y antropomorfo el de Calvin que hace que el genial Doctor King Schultz se reactive y haga clip en su cerebro.
Y como no podían faltar personajes. Solamente mencionar los geniales Billy Crash (Walter Coggins), Mr.Stonesypher (David Steen), Big Daddy (Don Johnson), Americo Vessepi (Franco Nero) o al personaje que interpreta Jonah Hill (gran humorista).
Una película que parece insustancial (a mí al inicio me lo pareció) pero que en realidad tiene más chicha. No es perfecta y creo que es lo bueno de las películas de Tarantino la no perfección. Hace bien en no buscar otro "Reservoir dogs" (1992). Al final las nominaciones o los premios es lo de menos. Solamente queda disfrutarla.
Momentazo es cuando aparece la canción de Morricone "Ancora qui". Eso es impagable.