Takeshi Kitano o Beat Takeshi no se cansa de describirnos el mundo de los yakuza. Un mundo donde el honor y la jerarquía prevalece sobre todas las cosas. Es lo más importante. El honor no se debe de perder nunca ni tampoco faltar el respeto, robar o engañar a tu superior porque sino debes de cortarte un dedo para restablecer ese honor. Al menos por un tiempo.
Con "Outrage" Kitano sigue usando la violencia de la misma manera que en sus inicios. Quizás no trata tan bien a la muerte o no la embellece como en otras películas suyas como "Hana Bi" (1997) o "Sonatine" (1993). En esta, es menos sutil y mucho más directo. Nos muestra la violencia tal cual es y usando cualquier tipo de arma. En esto nos puede recordar a las películas coreanas. No hay escrúpulos para enseñarlo todo.
"Outrage" es la historia de un yakuza, la historia de Ôtomo. Un yakuza que siempre ha estado al mando de un jefe y que ya está un poco cansado de servir a su jefe un tanto incompetente.
La historia gira alrededor de familias, yakuzas, (Ishihara, Murase, Kâto...), policias corruptos, embajadas también corruptas. La verdad es que solamente falta Scorsese dándose una vueltecita por el set de la película.
Kitano casi nunca adorna sus películas de manera forzada. Al menos las historias que hablan sobre los yakuza. Recordemos "Brother" (2000), "Hana bi. Flores de fuego". Pero si que suele embellecerla en otro tipo de películas como "Dolls" (2002) o "Zatoichi" (2003) un poco más visuales.
Kitano parece que va ganando agilidad en el uso de la cámara, en colocarla, en usar travellings, zooms. Aunque nunca faltaran esos planos descriptivos, planos fijos describiendo la acción o la no-acción.
Tampoco esconde nada. Va al grano y cuenta lo que él quiere. Puede que no sea original en sus historias.
Terminándola como una especie de exterminio:el exterminio de un clan (algo normal en películas que hablan sobre clanes). Y con la supervivencia del más cabrón. Gana el que tiene menos escrúpulos o el que está hasta los cojones de todo y en un momento lúcido no servicial se le nubla la mente y pum.
Unos actores que parecen sacados de los yakuza. Sobre todo Murase (Renji Ishibashi). Y Beat Kitano siempre está ahí con esa cara casi inerte, describiendo lo que siente en cada momento, dolor, odio.... Detrás de esa máscara existe una sensibilidad inaudita vista por ejemplo "El verano de Kikujiro" (1999) o "At scene at the sea" (1991). Le gusta mostrar los juegos o como perder el tiempo. Ese final es digno de "El verano de Kikujiro".
Ahora a la espera de la segunda parte de "Outrage" ya estrenada.
Con cada nueva película siempre intento probar cosas nuevas. En
Outrage trabajo dentro de la estructura del género yakuza, pero me
esforcé en jugar con los giros inesperados en la trama. Y también
intenté buscar nuevas formas de orquestar las tácticas violentas y
asesinas”.