8 abr 2013

"En la casa", François Ozon, 2012.

Algunas veces las relaciones son un poco extrañas o difíciles. En esta ocasión Ozon nos retrata y describe una familia de clase media a través de la mirada de un adolescente influenciado (o no) por su profesor de literatura.
Ozon todo un especialista en relaciones extrañas. Un autor que se ha ganado todo el respeto de Europa con sus películas e historias.
"En la casa" es una película que engancha. Cuando Claude Garcia (hipnótico Ernst Umhauer) entra en la casa, entras con él para quedarte en ella y ya no salir hasta el final de la historia ya que participas del voyeurismo de los personajes.
Al inicio parece que va a coger el camino de la genial película "La clase" (2008) contándonos la metodología y dificultades de los profesores de secundaria, pero no, nada de eso, la película toma otro cámino en cuanto el profesor de literatura Germain (Fabrice Luchini) aburrido de su vida y de las clases se involucra dando clases particulares al hipnótico alumno Claude Garcia.
Claude se adentra en la casa ayudado y empujado por su profesor ávido de voyeurismo.
Pero Claude en realidad no necesita la ayuda de Germain. Lo hace para si mismo pero necesita que lean lo que ven sus ojos.
"En la casa" es una película que puede llegar a ser terrorifica pero que tiene también mucho humor. Sobre todo cuando están juntos Germain y su mujer Jeanne (Kristin Scott Thomas). Ozon maneja el humor a su antojo y a veces nos recuerda al Woody Allen de antaño sobre todo en la figura de Germain.
El personaje de Claude es intenso y atractivo. Una mirada parecida a la de Tadzio. Un angel/demonio que destruye todo lo que se le pone por delante. Claude se convierte en Lolita seduciendo a la guapa y sosa Esther Artole (Emmanuelle Seigner) y a los Rafas de la familia Artole.
"En la casa" puede tener infinidad de lecturas, pero es un ejercicio perfecto de guión. Un guionazo. Con diferentes puntos de vista y miradas. Las acciones e historias se cruzan. La historia de la casa, la de Germain y la de Claude son dominadas desde el parque de clase media.
Y lo que más me gusta es esa crítica a la clase media. Esas continuas puyas (sociales y sexuales) que Ozon mete con calzador. Para que el espectador se sienta identificado con los personajes ya sea la familia Artole, Jeanne o Germain.
Kevin (Tenemos que hablar de Kevin) se dan la mano y pasean por esas calles de clase media mirándonos desafiantes. Los adolescentes tienen casi más poder que los niños de Serrador. Dan miedo.
Una de las películas más interesantes del año pasado aunque a veces parece que está un pelín forzadas algunas situaciones pero que se disfrutan de igual manera. "En la casa" termina en otra casa. Final masoquista y circular.



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