Cada vez que nos adentramos en una película de Wes Anderson es adentrarse en su universo, en su mundo y sus reglas. Casi siempre nos encontraremos con personajes desarraigados o con problemas de estima, sociales o de relaciones de pareja, pero una cosa que tienen en común casi todos sus personajes es que al final terminan siendo entrañables. Personajes que se quedan encerrados en la memoria.
En esta ocasión Wes nos lleva de la mano y nos deja en unas pequeñas islas de Nueva Inglaterra. Allí es donde se desarrollará la historia y donde los personajes interactuarán. En esta ocasión no ha elegido un submarino o un tren en la india, pero siempre son sitios y lugares que pueden ser igual de excéntricos que Nueva York o la madriguera de una familia de zorros "Fantástico Mr. Fox" (2009).
Wes escribe una historia de amor al son de Purcell (Alexandre Desplat) y François Hardy, una historia de amor casi imposible de dos pre-puberes, dos casi adolescentes de doce años que se comportan de la misma manera que los padres de Suzy. Personas que buscan el amor en una isla de 25 km.
En el caso de los casi adolescentes es el destino que estaba escrito y los unió ya que Sam (Jared Gilman) y Suzy (Kara Hayward) están casi obligados a estar juntos, pero la pareja formada por el policia triste (Bruce Willis) y la abogada aún más triste (Frances McDormand) es porque se han quedado estancados en sus vidas y no pueden escapar de esa isla (¿o si?).
La parejita formada por Sam y Suzy parece escapada del "Hotel Chevalier" (2007), es como un augurio de lo que le ocurrirá en el futuro a esta joven pareja.
Desde la presentación de la familia Bishop acompañados por los diferentes cuártetos de Purcell ya nos va describiendo como se van comportando los componentes de la familia Bishop parecida a la familia Fox. Con esas habitaciones que nos recuerdan al submarino (Calipso) de "Life aquatic" (2004) y donde por cierto vive el Sr Bishop (Bill Murray) que a su vez nos recuerda al Steve Zissou de "Life aquatic" (2004) en donde también escapaba de algo para buscar ese gran tiburón blanco. En esta se conforma talando árboles como si fuera un psicópata en pleno años 60's.
Durante toda la peli van apareciendo personajes y sitios que son indudablemente del universo de Wes. Desde la aparición del Jefe Scout kakhi (Edward Norton), del matrimonio Bishop, y de ese batallón de scouts que parecen escapados de "Malditos bastardos" (2010), todo es de Wes. Por no mencionar los lugares y la escenografía que está pensada al milímetro como en todas sus películas.
Pero lo que se sale de lo normal y es excepcional en la película es la relación que mantienen Suzy y Sam. Se comen la pantalla y en todas las secuencias donde aparecen juntos irradian felicidad por todos los poros (los suyos y los nuestros). Desde que dicen que se quieren y Sam le regala dos anzuelos joyas con dos escarabajos verdes el mundo está a sus pies y son capaces de hacer todo, hasta bailar una canción de Françoise Hardy en plena playa que en el futuro se llamará Moonrise Kingdom. Es el mundo de Sam y Suzy, donde proclamaran y chillaran su libertad. Como hace poquito la proclamaba Sam (Emma Watson) en "Las ventajas de ser un marginado" (2012).
Esta claro que el universo de Wes está formado por las familias excéntricas. Desde los Tenenbaums, la familia formada en el Calypso, los tres hermanos buscanco a su madre, los Fox...hasta llegar a los Bishop. Y todo quedará en familia.
"Moonrise Kingdom" es una historia amable y divertida con pequeños retazos románticos. A Wes le gusta mostrar la superficialidad pero desde dentro. Desde el corazón. Puede que sus películas sean tildadas de superficiales, pero él va más allá. Es su manera de contarnos lo que es la vida usando cosas bellas,ñoñas y a veces cursis.
Pero no creo que sea cursi ver a dos casi adolescentes bailando en la playa Moonrise Kingdom la canción de François Hardy "Le temps de l'amour".
Y lo mejor de todo es que Wes sigue siendo Wes.
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